Contenedores transformados en piscinas, nueva moda en Canadá. 

 

Una nueva moda de reutilizar los contenedores nacidos para el transporte marítimo de mercancías ha llegado a las piscinas. Desde Canadá, han creado unas sorprendentes piscinas modulares y reubicables que, además de dar un nuevo uso a los contenedores marítimos permiten la instalación de una cómoda piscina en cualquier jardín sin apenas obras y en muy poco tiempo.

 

 

Cualquier terreno rocoso o arenoso, con que haya una toma de agua y otra de gas, indispensables para su perfecto funcionamiento.

B. Varias posibilidades de diseño

La piscina puede instalarse completamente rodeada de tierra o  dejando un lado a la vista, donde se coloca un cristal que permite la visión el interior de la misma.

 

La instalación viene preparada con un panel que divide la piscina para que una parte de ella la podamos utilizar como spa o bien bañera de hidromasaje. Para ello está dotado con un calentador que calienta el agua a 30 grados en menos de una hora. Tanto la temperatura como el color de las luces y la intensidad de los chorros del agua se pueden controlar desde un teléfono móvil gracias a una aplicación destinada a ello.

 

Limpieza y purificación del agua llevada a cabo a través un sistema de rayos ultravioleta.

 

Además la piscina es reubicable. Si algún día su propietario se traslada de parcela se la puede llevar consigo mismo, basta con engancharla con una grúa y llevarla a su nuevo sitio.

 

Hay que tener en cuenta que éstos contenedores marítimos están fabricados con materiales muy resistentes a la humedad, las inclemencias del tiempo o los golpes, y son completamente estancos, de manera que no entre agua de mar en su interior en el caso de que se caigan del barco.

El principal inconveniente es que sus medidas son estándar y aunque se pueden elegir de varios tamaños, por el momento son los formatos de 6 o 12 metros de largo, 2,4 de ancho y 1,35 de profundidad. Tamaños más que suficiente para instalarlos en el jardín de casa.