Controlar el PH, conservar la temperatura del agua, encender la depuradora o pasar el limpiafondos. La idea de mantener una piscina en condiciones óptimas es un dolor de cabeza constante, pero ha pasado a la historia. Ahora, tanto en el uso residencial como en el público, se imponen las piscinas inteligentes, conectadas y eco-eficientes. Espacios acuáticos que garantizan la máxima eficacia de recursos, consumo de agua, de energía y productos químicos y el ahorro de costes.
         Un panorama que en España va ligado a la construcción de 26.000 nuevas instalaciones durante este año, con un crecimiento previsto del sector de un 6% respecto a 2018, según datos de la Asociación Española de Profesionales del Sector Piscinas (Asofap). “Se trata de que la piscina dé placer y no trabajo”, indica Pedro Arrebola, presidente de dicha asociación.

            Según los datos del barómetro sectorial realizado por Asofap, el sector de la piscina en su conjunto consolida la tendencia al alza de la nueva construcción, con un ligero repunte de proyectos, tanto a nivel residencial como de suelo comercial. Aun así, “arrastrado por la crisis, el sector ha evolucionado y dos tercios del negocio se dedican ahora al mantenimiento y la renovación del parque existente”.
         El parque español alcanza una edad media de 18 años, lo que explica el especial atractivo de actividades como la venta de equipamientos, el mantenimiento, la rehabilitación o la reforma integral de estas instalaciones.

            España es el cuarto país del mundo y el segundo de Europa en número de instalaciones, con un volumen de 1,3 millones de unidades actualmente. Al ser un mercado maduro, la falta de profesionales cualificados sigue siendo el principal reto del ramo, según las propias empresas. Por ello, desde Asepaf reclaman a la Administración la implementación de una formación profesional (FP) reglada específica.

            En cuanto a las principales demandas del mercado, crece el interés por los equipos de electrólisis de sal, los sistemas de iluminación led y las soluciones de automatización de procesos (como los robots limpiafondos o los sistemas de dosificación y control). 

          A estas tendencias se une la consolidación de la demanda de soluciones que facilitan la conectividad (Internet de las cosas) y el crecimiento de las que potencian la sostenibilidad (sistemas de ahorro energético del agua, de climatización de piscinas con cubiertas para piscinas y con paneles solares o bombas de calor…).



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